Nunca se mostró como un alma comprensiva, dulce y heroica con sus semejantes. No. Tampoco dispuesta a escuchar. Sí a oír y para eso fue comprando audífonos año a año. Que usa intercaladamente y me va trayendo para hacerle algún tipo de service. O para calibrar. O simplemente para contarme que su vida es un cúmulo de problemas. Que no hay como los de ella. Que lo que a ella le pasa es lo más raro y difícil del mundo. Imposible de superar. Siempre en sentido negativo.
Aprendí a escucharla. Pero me está sobrepasando.
Siempre viene acompañada por su fiel Sancho. Que sonríe y hace que cree en todos los delirios que Antiquijote relata usando su turno como una consulta psicológica. Pero de dos horas.
Hace años que no camina y anda en una silla de ruedas que va evolucionando año a año.
Ayer apareció en su Rocinante motorizado.
- Que tal, como le va? la recibi con la mejor de mis sonrisas.
- Como la mierda.
- Pero, qué le pasa Q.?
- ODIO este departamento. Se refería a mi nuevo consultorio. Mientras tanto chocaba con las paredes del pasillo su Rocinante queriendo demostrar que el ancho no daba para su ángulo de giro.
- Sin embargo... a mi me encanta. Es tanto más luminoso...
- Luminoso? Es tristísimo. Y la planta baja, allí donde están los autos, parece una cárcel. Horrible. Muy mal gusto.
- Pase, pase Sancho, le dije a su acompañante. Y vi que se habia agregado un segundo Sancho que venia con un gesto muy contrariado.
Hice lugar para las tres.
Y me dediqué a revisar uno a uno los audífonos.
Antiquijote me interrumpió y sacó un recorte de diario de esas participaciones de casamiento que sacan como única participación.
- Mirá, me dijo, esto me lo recortó D. ( su marido, que murió hace un año)
Lo leí, no conocía a ninguno de los que se casaban.
- Quienes son Q.?
- No tengo ni la menor idea!
- ?
- No te llama la atención?
- Yo ya habia visto ese tipo de participaciones...
- Y no te parecen de mal gusto? Qué ordinarios!
- ?
- Vos me entendés cuando te hablo?
- Si.
- No notas nada raro, como que arrastro las sílabas?
- Un poco ( hace años que arrastra las sílabas)
- Es que es un desastre lo que me hizo el odontólogo. Permitíme que me saque los dientes...
Se sacó algo. No quise ni mirar.
Me concentré en los audífonos.
- Qué feo es ese árbol! Dijo, refiriéndose al árbol del patio del edificio que se ve desde mi ventana.
y agregó: No puede ser más feo! Qué es? un sauce llorón? Por Dios!! Qué horror!!
Yo la ignoré y le seguí preguntando sobre si oía mejor de una manera o de la otra. Ella contestaba que pésimo con el mismo audífono con el que otra vez contestaba que ideal, mejor que con ninguno. De pronto miró a Sancho II y le dijo:
- Y Ud, por qué bosteza eh? Cuando está con sus amigas hace lo mismo?
- No, dijo Sancho II que era mucho más atrevido que I, cuando estoy con mis amigas me entretengo.
- Qué quiere decir? que acá se aburre?
- Y, en realidad, estoy haciendo algo que no me pertenece, entonces me aburre.
Sancho I se atrevió a sonreir admirativamente.
Yo terminé con mi trabajo, Q. preguntó cuánto era. Le dije. Y como yo le había aclarado que a las 13hs tenía que irme, y ella habia venido a las 12hs, mientras hacia el cheque me dijo:
- Está bien, pero el próximo turno dámelo con más tiempo.