viernes, 2 de diciembre de 2011

Alberto

90
Y no cabe tanta vida  adentro de ellos.
Alberto es lindo. Me gustaría que leyera este post de casualidad, para que constatara que no fue un cumplido decírselo.
Casi no tiene arrugas, sólo un pequeño rictus en la boca, secuela de un cáncer en la mandíbula cuando tenía 40. Terrible operación, terribles consecuencias que seguró  evitó a puras ganas de vivir.
Porque eso es lo que le ha sobrado siempre. Y disfruta contando su vida. Hasta le propuse que me la dictara, de a poco,  para darle forma y escribir sus memorias.
Alberto nació en un vivero y siempre vivió en y de él. Siempre en contacto con la naturaleza. Pero no imaginen un viejito sedentario regando las plantas.
Habla y mezcla anécdotas de negocios y relaciones con próceres, gente influyente, famosos. Viajes.
Dice que iba y volvía a Montevideo en un barco, argentino, que pertenecía a los Dodero, pero que ya no existe porque lo dejaron que se pudriera. De esos con ruedas de madera.


Yo, ignorante, le pido que me repita si es cierto que el barco se trasladaba con dos ruedas enormes a los costados. Asegura que sí, y que se llamaba Washington. Toda la noche tardaba en cruzar el Rio de la Plata.
Lo googlée y encontré esta foto. Puede que sea este.

Alberto vive solo, en su casa de toda la vida, la del vivero, en el Gran Buenos Aires. Enviudó hace unos años y tiene 3 hijos. Unos atorrantes, me explica, riéndose. Dos hombres y una mujer. Todos tremendos.
Claro, como él.
Y qué se yo cuantos nietos y bisnietos. Pero él no necesita compañía en su casa, que adora. Cuenta cómo hizo los muebles, con la madera de su propiedad, todavía los tiene. Y maneja su auto para todos lados.
Cuenta que el otro día su hijo, el que vive en Buenos Aires, no lo encontraba por ningún lado y llamó a su hermano en Mar del Plata:
- Decime, el viejo está alla?
- Si, llegó recién, está conmigo. Quedáte tranquilo.
Todos los años le renuevan el registro.
Dice que no se tienen que preocupar porque maneja en la ruta a Mar del Plata, ahí no está el peligro. El problema es en la ciudad. Tiene muy claro el cambio en la sociedad: no se respetan ni se hacen respetar las normas de tránsito. Hablamos de que nadie pone el guiño, ni respeta que pase el de la derecha, ni semáforos, ni el peaton.
Pero sus comentarios son al pasar, sin enojarse. Acepta la vida y sus cambios.
De pronto corta y me empieza a contar de cuando fue a domar avestruces a Africa.
- DOMAR avestruces? pregunto.
O de cuando aterrizaba un avión en una pista de aterrizaje de Pilar, para traer sólo correspondencia de Francia.
Había otros pacientes en la sala de espera,  pero hubiera querido seguir charlando con él horas.
A sus 90 todavía infunde ganas de vivir, despierta la capacidad de asombro, transmite juventud.
Alberto compensó a Esther.
Así es la vida, luces y sombras.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Y volvió Esther

- Vengo a pelearla
- Por qué Esther?
- Por el precio...
- No Esther, ese tema ya lo hablamos, hoy vino a tomarse las impresiones
- No, pero no son dos pesos. No puede hacerme una rebajita? El dolar no subio tanto...
- Esther, sabe cual es su error? Regatea el precio de los audìfonos como si fueran un vestido. Si Ud tiene que comprarse una prótesis, también discute el precio?
- Por favor, por favor... que me duele el estómago.
- Bueno, qué quiere hacer entonces Esther?
- No me los probaría otra vez?
- No Esther, los audífonos ya fueron probados, primero con la otra fonoaudióloga, después conmigo. Hoy le dimos un sobreturno para tomarse las impresiones.
- Pero si es un segundo nada más... Además la otra  no me probó
- Sí Esther, le probó y yo también. Si quiere le tomo las impresiones, si no lo dejamos.
- Y qué hago? son muy caros.
- Bueno, hágase los más baratos
- Y cuánto me salen?
(le vuelvo a dar el precio de los económicos que le dimos ayer)
- Por mil pesos... si no me sirven los otros!.
- No es que no le sirven, no tienen las prestaciones que tienen estos. Ud cómprese los que pueda comprarse.
- Bueno, bueno, llevo los caros. Y los puedo pagar con tarjeta no?
- El precio que le dimos es al contado
- Ay por qué recargan, si en todas partes se puede pagar con tarjeta sin recargo?
- No es recargo. Los audífonos aumentaron. Le hicieron la excepción de CONSERVARLE el precio viejo, a condición de que fuera esta semana y al contado.
- Ay  no, me duele el estómago, me duele el estómago
- Quiere que tomemos  las impresiones o lo dejamos?
- Tómemelas , tómemelas, está apurada.
(Preparo todo para tomarle las impresiones, le miro los conductos y tenia casi totalmente tapados de cera. Claro, habia pasado un tiempo desde la ultima vez)
- Tiene bastante tapados los oídos con cera Esther...
- Si, tengo que ir al médico...
- No se si van a salir bien los moldes con cera en los oídos. Lo intentamos. Si no salen bien va a tener que ser la semana que viene.
- Bueno, voy aca al lado  que hay un otorrino y despues vuelvo...
- Sabe que  pasa Esther? Hoy atendemos hasta las 17hs, le dimos turno a esa hora como excepcion. Ahora son las 17.45 y  hay otro señor esperando afuera. Y después me tengo que ir
- Vengo mañana
- Mañana no atiendo aca , atiendo en Belgrano, por eso le dimos el sobreturno hoy.
- Cómo? no atiende todos los días aca?
- No
- Bueno, Esther, probemos como salen las impresiones.
(Le pongo el algodón en el oido y grita, le lleno después con pasta pero sin haber entrado el algodón porque era un escándalo terrible. Igual con el otro oído, obviamente salieron mal)
- Esther, estas impresiones no sirven. Tiene que ir al médico y yo la puedo atender recién la semana que viene.
- Y mañana no?
- No Esther, mañana atiendo en Belgrano.
- Y entonces?
-  Entonces los encarga la semana que viene con el precio actual.
- Y yo que culpa tengo que tengo cera en el oído?. Hable con ese señor...
-  Hablé con "ese señor" ayer tres veces, cada vez que Ud llamaba. No lo voy a molestar más. Esther, esta dando vueltas con esto desde agosto...
- Y qué?
- Bueno, si forma tapones de cera con frecuencia debió haber ido antes al médico.
- Ay, me duele el estómago, me duele el estómago. Ud es muy dura.
- .....
- Y qué hago?
- Si quiere le damos turno para la semana que viene
- Y cual es el precio?
( se lo doy, eran 400 pesos de diferencia)
- No no, yo no puedo pagar un peso más.
- Bueno, muy bien entonces. Lo dejamos.
- Nunca me había pasado esto antes. Ud cree que estoy jugando? que vengo aca a perder el tiempo?
- A mi tampoco. Y no, ya se que no esta jugando, ni yo tampoco.
- Y yo dejé cien pesos de seña la otra vez!
- ?
- Sí, dejé cien pesos de seña!
- Lo que Ud pagó la vez pasada ESther fueron las pruebas que le hicimos. Somos profesionales que cobramos por trabajar, nuestro tiempo también vale. Ud pagó por los estudios.
- Si, pero me dijeron que me los iban a descontar!
- Si, están incluídos en el precio de los audífonos, si ud los compra.
- Ay, me duele el estómago me duele el estómago.
( Se levanta para irse, le alcanzo el bastón, llega a la sala de espera y le dice a la secretaria, que estaba lista para irse, si le puede llamar un remise, se lo pide y le explica que llega en 5 minutos, que si quiere ir bajando)
- Es que este departamento es muy incómodo, hay un viento bárbaro abajo.
( le digo a mi secretaria que se vaya, que yo espero a que venga el remise, pasa un rato y me grita desde la sala de espera:)
- Quiero bajar!
- Muy bien, la acompaño
- Y abajo como hago?
- Yo le abro la puerta, no se preocupe
(Llegamos abajo y le abro la puerta. gira 180º me enfrenta y me dice:)
- Sabe qué me enseño mi mamá? Que el que discute es un maleducado. Y Ud es una maleducada!

Juro que no la atiendo NUNCA MÁS. Y si no lo cumplo, que Dios y la Patria me lo demanden.

martes, 29 de noviembre de 2011

Esther

Un dìa vino a probarse audìfonos y la atendió otra fonoaudíóloga. Encantadora, buena y paciente como nadie ( la fono)  Puso toda su paciencia a su disposición. Le probó varios, anotó todo en su ficha.
Le indicó dos opciones : un par de básicos y otro par de más avanzados para que eligiera según sus posibilidades.
Dijo que lo pensaría.
Volvió y la atendí. Pidió que le probara audífonos porque habia venido y nadie le había probado nada. Le expliqué que estaba todo anotado en la ficha y le recordé las dos posibilidades.
No, nadie le había probado, solo le habían dado precios, así, a la ligera, dijo.
Se los probe como para que volviera a oir con los dos modelos. Y experimentara la diferencia.
Cuando desenchufé todos los audífonos, me pidió que se los probara de nuevo.
Se los volví a probar, claro, oía mejor con los más caros.
Cuestionó los precios
Dijo que lo pensaría.
Hoy llamó para ver si no podiamos hacerle una atención. Habló con mi secretaria que le explicó que los precios habían subido, que el dolar... que no se podía bajar.
Quiso hablar conmigo y yo estaba atendiendo.
La llame cuando me desocupé porque eso había pedido.
 Que me imagine que no son dos pesos, que ella oia mejor con el mas caro, pero claro, tampoco podia pagar eso.
Le sugeri que lo pensara como para no escucharla más. Pero no quiso. Dijo que mañana venia a tomarse las impresiones. Se la pase a mi secretaria para que le diera el turno.
- Mañana a las 17hs, le doy un sobreturno, le explicó. Tiene que traer 300 pesos de seña por cada uno.
- 300 por cada uno? No puedo llevar solo 300?

Ojalá no venga.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Turno postergado

- Hola, tengo turno a las tres. Hablo porque no voy a poder llegar a horario... Ando con evacuación intestinal...
La secretaria se queda en silencio . Él agrega:

- ...Y no se cuando voy a terminar.

- No quiere que le cambie el turno mejor?

jueves, 2 de junio de 2011

Antiquijote cholulo



Hoy Antiquijote vino de rojo. Parecía una Cruela Devil con unos cuantos kilos demás. Nunca la había visto tan gorda. Sin embargo, rebalzaba de buen humor. Solo se quejaba de que su Rocinante no estaba bien diseñado, que se le enganchaba su abrigo color sangre y la pashmira haciendo juego. Sus dos Sanchos la escoltaban, estoicamente.


Enseguida se interesó por mi último viaje a Londres.


- And the weather? -Cuando puede mecha en otros idiomas.


Le expliqué que había tenido suerte, mucho sol todos los dias y entre 20 y 25 grados.


- What lovely weather!!!


Los Sanchos no entienden nada. Ni quieren. Ya están más allá de su Hidalgo Caballero.


Después nos ocupamos de sus 8 o 10 audífonos.


Y uno de los Sanchos sacó a relucir su propia audiometría. Hipoacusia ambos oídos, más acúfenos. Necesita audífonos.


- Vous comprennez le français aussi?-me preguntó.


- Mais oui! bien sûr!


- Parce- ce que je voudrais des appareils pas chers, pour elle. C`est moi qui...


No quería que su escudero escuchara que ella le iba a comprar los audífonos a condición de que fueran baratos.


Enseguida cambió de tema. El Hidalgo quería charlar. No quería seguir con el tema audifonero. Para charlar de lo que quería eligió el idioma de la Mancha. Versión suya: entredientes, para adentro, mirando para todos los costados para no ser oída:


- Yo soy muy amiga de la hermana de Mijfktha Leyngftnd


- De quién?


- De la hrmna de Mirksntha Legrfand mi querida!!!!


- Ah! dije.


- Si, desde hace años!!! Ella filmó unas vistas increíbles. El Hidalgo tiene la escuela de Tia Vicenta y jamás, pero jamás dice película, ni rojo ni hermoso ni todas las palabras prohibidas en la década del 60. Cuando habla de movies, obviamente, dice vistas. Of course.


- Te decia que el otro día tomamos un café... las dos pensamos lo mismo, lo que piensan todas las personas "normales". Esto de la sobrina...


- ?


- Mi querida!! no lees los diarios, las revistas, no ves televisión?


La verdad que no, pero eso no se lo puedo decir al cholulo Hidalgo, dejaría de ser una persona como ella.


- Bueno, ella estaba separada del marido... bueno, marido... el pobre. Y cada uno por su lado... me entendés?


- Si, si, dije obediente.


- Bueno, imagináte! no se sabía de quien era la semillita . Se ve que esta palabra no fue censurada por Tía Vicenta.


- ante eso... bjsisapoiataueidjeifgt imagináte. Vos me entendés. Si no, como te explicás que un bebé que esta sano hasta último momento nazca muerto???


Confieso que me entró curiosidad y le dije que no entendía, quería que me explicara su teoría y la de su amiga.


- Pero qué piensa una persona normal eh eh??


- Ay! dije, me parece que no debo ser una persona normal, porque no entiendo.


- Esto es muy macabro, muy, tremendo, fatal... pero si no como se explica ( y dale!) que fueran al sanatorio midrthj y no al que tenian mas a mano?


- Y Mfcelha, la madre, se rajó para Paris, pero apenas llegó al De Gaulle se tuvo que volver...

Y ahora los fletan a todos para Chile!


....


- Es como el caso aquel de Obnfrne, te acordás???


- No


- Es que fue hace muchos años, un tema bancario... resulta que...


Siguió choluleando un rato más y después se fue, montada en su Rocinante con el escudero segundo que empuja, y el primero que solo hace de acompañante.

viernes, 13 de mayo de 2011

A qué vino Betty?

Betty entró con su hija. Se sentó frente a mí del otro lado del escritorio sin mirarme. Orientó su silla hacia su hija que estaba al lado y continuó la charla que con ella había iniciado, sin siquiera una coma, todo seguido, ignorándome.


Intenté hacerle unas preguntas, tomarle unos datos, pero sentía que las interrumpía. Casi daba para que les preguntara qué querían tomar.


Opté por pasar los datos que tenía a su ficha audiologica de mi compu.


Mientras, escuchaba:


- Eso te lo tenés que lavar querida…


- No, lavámelo vos!


- Por qué yo?


- Porque yo tengo las manos lindas


- Y usá guantes! Qué viva!! Lo tenés que lavar con jabón blanco



Yo: … Por favor, me permite la audiometría Betty?



- Te digo con jabón blanco porque es el único que saca las manchas


- Dale la audiometría mamá


- Qué?


- La audiometría


- Ah… aca está



Me puse a pasar la audiometría.


De fondo:



- Yo lo que hago es lavar la lechuga con agua sola para que no se contamine con detergente


- Y te llevas la lechuga para lavar allá?



Yo: … Tiene la audiometría anterior?



- Y si, que querés que haga? Tengo que lavarla!



Yo: … trajo la audiometría anterior?



- Mamá, la audiometría anterior…


- Bueno, no hagas lechuga!


- Y… yo quiero comer ensalada!



Desistí de la audiometría anterior e intenté ponerle el audífono en el oído a ver si se enteraba de para qué había venido.



- Ay asi es el audífono?? Se me va a ver??


- No, después le muestro como le queda, ni se ve


- Vos sabés mamá que yo a la noche como ensalada


- Ya se, pero si no tenés agua!!!


- Sabe que no tenemos agua hace una semana? Esta vez la hija se dirigía a mi.


- Terrible… le dije, por decir algo. Enchufé el audífono a la compu y lo calibré.


- Me oigo la voz muy fuerte!!


- Y a mi me oís mamá?



- Si, claro , te oigo. Te decía que no te hace nada por una dia no comer ensalada…