viernes, 9 de octubre de 2015

Doña Lorenza, la dulzona

Se la ve a Lorenza esperando que abra el kiosco. Cuando llega Facu, el dueño, la saluda, como todos los días.
- ¡Cada día más madrugadora, Doña Loren! Va a tomar frío, con este tiempo...
- Si, se vino el invierno de nuevo, querido...
- ¿Lo de siempre?
- Si, mi amor, cuatro Bonobom y cuatro Marrocs.
- ¡Cómo malcría a esos nietos!
- Para eso estamos las abuelas...

De ahí se va al kiosco de Marcelo

- ¡Buen día Doña Loren!, le tengo una sorpresa...
- ¿En serio, querido?
- Si, Loren, ¿a qué no sabe qué? ¡Salió un nuevo sabor de Bonobom! Les va a encantar a sus nietos.
- Bueno Marcelito, dame dos y dos entonces.
- ¿Hoy no lleva Marrocs?
- Si, también, mi amor, dame cuatro...

De ahí Lorenza se encamina a la vuelta, al kiosco  de Doña Matilde

- Ya me parecía raro que no viniera, Loren, ¿sabe que salió un nuevo sabor de Bonobom?
- ¡No me digas, Matilde!
- ¿Le preparo cuatro, como siempre?
- Voy a llevar dos y dos. Y los Marrocs, claro...
- No se va a arrepentir, Loren. ¡Qué contentos la deben esperar sus nietos!

Lorenza llega a su casa, cansada. El portero la saluda:

- Buen día Lorenza! Para Usted todas las semanas son las de la dulzura...
- Me va a hacer poner colorada, Hugo...

Entra al departamento,  se acerca a un armario, abre la puerta y ordena los  Bonobom y los Marrocs en una pila con otros, al lado de las Titas y las Rhodesias. Después va a la cocina, se hace unos mates, mientras revisa su agenda.

Miércoles 7, 16 hs,  Turno con el cardiólogo. Le separa una Tita

Jueves 8, 10hs, Turno con la fonoaudióloga para revisar el audífono. Le separa dos Marrocs.
Se arrepiente y pone también dos Bonobom de los nuevos.

Viernes 9, 15hs, Turno con la kinesiologa. Una Rhodesia


Lástima que los médicos no atiendan los fines de semana, se le hacen muy largos. Eso por no haberse casado y no tener familia, piensa.
"A lo mejor podría ir a alguna guardia de urgencia... a la recepcionista del Sanatorio Las Lomas le encantan los bocaditos Cabsha..."