jueves, 24 de abril de 2014

Memé

Memé tiene 95. Casi casi 96, para ser exactos. Es adicta a los conciertos y vino a buscar sus audífonos porque los quiere tener perfectamente limpios y calibrados porque empieza la temporada.

- Memé ¡Estás regia! - le dijo una fono que trabaja conmigo.
- Vos no estás viendo bien, querida. Ponéte anteojos

Los probamos, se los calibramos y le pregunté si había ido a alguno de los conciertos de La Semana del Santo, acá en San Isidro. Dijo que no se había enterado. Tal vez la información aparece en Facebook o la envían por mail.  Y ´nos confesó que este año está un poco desilusionada porque la mayoría de los conciertos son a la noche y que, hasta el año pasado, se iba en tren hasta Retiro y de ahí se tomaba un colectivo hasta el lugar del concierto. Pero que le dijeron que la zona más insegura es la cercana al obelisco y que no se anima a ir en transporte público.

.- Tampoco es cuestión de gastarse toda la jubilación en remises...

Le preguntamos si no tenía alguien con quien ir y dijo que no, que ya no le quedan amigos vivos. Y que a sus nietos no les gusta ese tipo de música. Que prefieren rock.

- Pero mis nietos son divinos. Me llevan a cada lugar más loco. Ayer a la noche me fui a comer con mi nieta a un lugar rarísimo. Como una sigla rara, no me acuerdo bien el nombre. Era como chino pero tipo americano. ¡Qué bien comimos! Y charlamos tanto.

Volvimos al tema de los conciertos y enseguida borró su preocupación por la inseguridad de las salidas nocturnas para aclararnos:

- Por suerte ahora el Mozarteum va a dar una serie de conciertos de día. No me voy a perder ninguno.