martes, 30 de septiembre de 2008

No puede, no puede


Marido y mujer.

El que usa audífonos es él. Hace dos semanas.

Tiene dificultad para ponerlos. Explico de nuevo.


- Y no... no puede. Un desastre. No puede. Dice ella.


Pudo.


Ella escucha mi explicación y pregunta:


- Los agujeritos van para arriba?

- Si. Y les explico de nuevo el encendido y apagado.


Ella intenta apagarlo y fuerza la tapita del portapila. Le indico que así lo va a romper, que debe hacerlo desde donde le enseñé.


- Nadie me enseñó! Dice.


Él en silencio. Le pido que practique y hace todo bien.

Se van. Ella se deja la cartera en el sillón. Se la alcanzo.


- Ah! Pss... ( gesto de que no se asombra) No sé qué tiene esta cartera! Siempre me la olvido!

sábado, 6 de septiembre de 2008

Portero eléctrico


Cuando mudamos el consultorio a este nuevo edificio hicimos toda la papelería, tarjetas y avisos con la dirección incluyendo 1º 4, que es nuestro piso y nuestro departamento.


Cuando nos instalamos prestamos atención al diseño del portero eléctrico. Muy moderno. A diferencia de los antiguos que, en un eje de coordenadas, localizan piso y departamento, éste sólo indica los números de departamento. Como no se repiten, basta con eso. Tal vez habría bastado con poner el número del departamento, pensamos.


La conducta de los pacientes confirmó nuestro error: Miran su tarjeta con la dirección: 1º. Y tocan timbre en el departamento 1. Una, dos, tres, cincuenta, quinientas veces. La señora que vive allí pasó del borde del ataque de nervios a la desesperación y terminó quejándose en la administración. Entonces pusimos, además de la placa en la puerta, un discreto cartelito, al lado del nº 4 que decía: AUDIFONOS. No se solucionó. Porque, claro, los pacientes también tienen problema de vista. Agrandamos las letras, y en rojo; AUDIFONOS. Dió un poco más de resultado.


Ayer tocaron el timbre. Mi secretaria estaba atendiendo el teléfono, levantó el auricular del portero y pidió que la esperaran un minuto, que ya bajaba ( porque hay que bajar a abrir). Pero enseguida: riiiiiiiiiiiiiiiiiinng!! Con insistencia. Y a los 2 segundos, de nuevo: riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnggggggggg!! Como si fuera un caso de vida o muerte. Y ya se sabe, nadie se muere de sordera. Entonces decidí bajar yo.


Me encontré con un señor muy mayor, con una cara de ángel que nada tenía que ver con el loco que había tocado timbre. Inocente. Pacífico. Como si jamás se hubiese impacientado. Le expliqué que la secretaria estaba con una llamada y que por eso nos habíamos demorado. Y él me preguntó:


- PORQUE ¿HAY QUE TOCAR PRIMERO EL NUMERO 1 Y DESPUES EL NUMERO 4 NO?


¿Quiere decir que los 2 segundos de intervalo habían correspondido al tiempo en que había hecho sonar, también, el número 1? Me dieron ganas de jugar al ring raje. Pero tuve que subir.


Y volver a analizar: entonces la hipótesis de que se equivocaban porque el diseño de los antiguos porteros no es igual al actual no se puede demostrar en absoluto. Porque


¿En qué época se tocaron dos timbres distintos para anunciarse en un solo lugar?