miércoles, 24 de septiembre de 2014

El técnico


Hoy vino el técnico. Él sabe todo. Cada vez que puede me recita su currículum, me aclara que es no es como cualquier paciente, como "Doña Rosa" que viene acá y no entiende nada, porque yo, cuando trabajé en… y los circuitos a válvula que precedieron a…y entiendo perfectamente que si uno conecta un cable a… porque además recuerdo muy bien que cuando hacíamos…
Adopto una actitud escuchante, que no es auténtica, pero intenta ser respetuosa. Su mujer, sentada a su derecha pero con la precaución de haber ubicado su silla un metro más atrás, como corresponde a la consorte de tan importante personalidad, aprovecha esa ubicación para poner caras de "no lo puedo creer", "¿cómo lo aguanta?", " y dale con lo mismo". Eso lo deduzco al verla morderse el labio inferior y llevar su cabeza de un lado al otro como signo de negación.
De alguna forma me arreglo para conducirlo al punto que justifica que la vida nos haya cruzado a esa hora y en ese lugar de este universo: el uso de sus audífonos.
Me aclara que ya hizo la adaptación como le dije, que los está usando y está plenamente adaptado. A lo que agrega que, sin embargo, se los debe sacar con frecuencia porque agravan su síndrome vertiginoso. Intento explicarle que eso no tiene lógica, que no hay ninguna razón para… Lo que pasa es que no los necesito, cuando quiero estar tranquilo me los saco, para qué quiero… Miro su audiometría con una pérdida en agudos que llega al 80%  e intento explicarle que a él le parece que no los necesita, que es preciso que los use todo el día porque… Lo que pasa es que me siguen molestando los agudos, son insoportables. Eso es porque Ud normalmente no los oye, tiene que oírlos para no confundir una S con una F o con una T… pero para eso hay que entrenarse. Se los puse en un programa de adaptación, ni siquiera le di todavía la potencia que necesita… Agregué que él era libre de usarlos como quisiera, pero que si no lo hacía tampoco se iba a acostumbrar nunca. No, si yo los uso y estoy adaptado porque yo entiendo que…
Mientras seguía hablando, tomé sus audífonos, los enchufé a la interface, y empecé a leer en la pantalla los datos que habían almacenado desde la última vez que había venido. Hace un mes:
Horas de uso ( en un mes): 72hs
Promedio de uso diario: 2hs
Mientras, él seguía hablando de magnitudes, hertz, decibeles, potenciales y no sé qué más.
Lo interrumpí para decirle: Mire, la realidad es que no los ha usado más de dos horas por día, entonces siempre está con los síntomas de un principiante, por eso le molestan.
¿Y eso se lo dice la computadora? ¿Mis audífonos tienen memoria? ¿Qué más le informan mis audífonos?
La mujer se contuvo para no adelantarse y chocar la palma de su mano con la de la mía. Yo también guardé la mía sobre mi rodilla. Sentí que hacía años que ella estaba esperando ese momento.