jueves, 24 de octubre de 2024

LA CUIDADORA


Sonia tiene ochenta y cinco años y un deterioro cognitivo importante. Siempre viene acompañada por un sobrino que es quien le pone los audífonos. Él no es muy hábil y siempre se los pone mal, le hacen ruido y no los puede usar.

Hoy vino con "la cuidadora", así se define Noemí, quien la acompaña tres veces por semana. Le volví a explicar a ella cómo ponerlo, lo hizo correctamente en pocos minutos y Sonia oía perfecto.

Sonia pregunta si no puede aprender ella, su cuidadora, casi gritándole, le explica, tocándole la cabeza:

- ¡NO SONIA, VOS NO PODÉS PORQUE TU CABEZA NO FUNCIONA BIEN, A VER SI LO ENTENDÉS!

- Ah, claro, claro. ¿Y los tengo que usar todos los días?

- ¿NO VES QUE NO TE FUNCIONA LA CAPOCHETA? YA TE LO EXPLICÓ LA DOCTORA VEINTE VECES: TO DOS LOS DÍ AS

- Ah, bueno, ¿y ya nos vamos?

- Y SÍ, CUANTO QUERÉS QUEDARTE? SI ERA UNA BOLUDEZ.  HAY QUE ESTAR CON VOS TODOS LOS DÍAS. CON USTED SE PORTA BIEN, DOCTORA, PERO EN CASA GRITA, YO YA NO LA AGUANTO MÁS.