martes, 18 de febrero de 2014

¿Psicosis?


Una adolescente vino dos veces trayendo el audífono de su abuelo aparentemente imposibilitado de asistir al consultorio. El molde estaba  muy deteriorado, necesitaba hacer uno nuevo. Volvió otro día con una impresión del oído de hace un par de años para que la usaramos para renovarlo porque no podia traerlo para que le tomáramos una nueva. Me enterneció verla cómo se ocupaba de su abuelo.
Cuando se fue, me di cuenta de que yo no había prestado atención al estilo de molde que necesitaba. Entonces esperé un tiempo considerable y llamé a la casa del paciente.
Me atendió su mujer, la abuela de la chica.  Se molestó un poco porque no consultaba con ella mi duda y en cambio preguntaba por la nieta. Tanto insistió que le pedí que buscara el molde y, cuando lo tuviera en la mano, yo le haría  algunas preguntas que me iban a orientar.
Imaginé el auricular del teléfono sobre alguna mesita, y oí su voz alejándose pero siempre muy nítida,  dirigiéndose a su marido:

- ¡VIEJOOOO! ¡LLAMAN DEL AUDIFONO!!!
- ¡QUE LLAMAN DEL AUDIFONOOOOOOOO!!!
- NADA, NADA, EL MOLDE, ¡DAME EL MOLDE!!!
- ¡TE DIJE QUE ME DES EL MOLDE!
- QUE LLAMAN DEL AUDIFONO, NECESITO EL MOLDE ¡LA PUTA MADRE QUE TE REMIL PARIO!!!!

De nuevo oí  pasos  cada vez más cercanos, como chancleteando y la imaginé volviendo hacia el teléfono. Tal vez se acomodó un poco el pelo transpirado por los nervios y, aclarando la voz, me dijo, con una vocesita simpáticamente forzada y simulando una risa provocada por una supuesta gracia que le causaba la situación:

- Ay, está tremendo... ¿podés creer que no me lo quería dar?  ¡Lo tenía debajo de la almohada!! ¡Este viejo!! Acá lo tengo, querida, ¿qué necesitás?

Le expliqué y me dio un par de datos que me permitieron reconocer el molde que usaba. Lo mandé a hacer.

Hoy llamó de nuevo la señora, habló con mi secretaria y le dijo, muy pragmática :

- No hagan el molde para mi marido porque falleció.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pragmatismo puro, realidad que vino en su auxilio
Yo