lunes, 6 de abril de 2015

101 años

Se oye a nivel del oído, pero se entiende a nivel central, en el cerebro. Por eso Lia, con una hipoacusia severa, pero no profunda, le cuesta mucho entender las palabras. Son los años.

Cuando llega el momento de hacer la logoaudiometría que consiste en repetir palabras, todas bisilábicas y con un ritmo característico, se produce esto:

A la izquierda lo que yo digo y a la derecha lo que Lia repite:

lastre                         característica
postre                       Andrés
menta                       percha
cinco                        disco
persa                         esa no entendí
molde                       broche
balde                        Quéeeeeeeeeeee?
verde                        belcro
cuatro                       Ves? esa no la entendí

Lia ya usa audífonos, teníamos que renovar sus moldes y entonces, le tomé las impresiones. Le molestó un poco que le pusiera algodón y pasta en los oídos. Cuando los tenía tapados, llenos de pasta, con los hilos colgando, empezó a llorar.

- Mamá, ¿qué te pasa? - le decía su hija- ¿ te duele?

No respondía. Entonces yo la abracé y le pregunté qué le pasaba. Ella no me oía, pero respondió:

- Estoy triste

Le destapé los oídos y le preguntamos por qué

- Porque hoy cumplía años…

Ella cumplía 101 años

Entonces la volví a abrazar, la felicité y le hice una reverencia. A lo japonés. Y le dije que yo también quería llegar a cumplir 101 años.

- Y mirá, no tengo arrugas
- Es cierto ( y  no mentí) ni una arruga, tenés la piel mejor que todas esas que se operan.
- Yo nunca me hice nada ( de pronto oía todo) y sólo usé Dermaglos toda mi vida



1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuàntas cosas guardadas tenìa esa respuesta!Cuàntas cosas nunca dijo o cuantas preguntas no quiso responder? Yo