sábado, 31 de octubre de 2009

Buenas noticias

Nos preocupaba la salud de Gigante, el que conté que estaba mal aquel día que escribí Pesares.
Llamamos a la casa de uno de sus amigos y la mujer nos contó que había salido de terapia, había vuelto a su casa y que ahora estaba en Mar del Plata, paseando.
Se lo merecía. Y sus amigos también. Se ve que tiene mucho por hacer todavía entre nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial, Tolen!
Me re alegro!

Anónimo dijo...

ok!!!buenisimo!!!
Al que le guste leer recomiendo el libro La enfermedad como camino de Thorwald dethelefsen y Rudiger dahlke.
està buenisimo!!!